
viernes, 22 de abril de 2011
historias del Pizca (2º cap)
Para que veais lo travieso que soy me he escondido y no he querido subir con mi 1º capitulo, pero quiero que me conozcais

Historias el Pizca (cap. 1)
El pizca apareció en la Cañizuela, un 3 de agosto de 2009. Era muy pequeño de ahí su nombre posterior. Estaba en una zarza sin apenas moverse. Los perros ladraban y yo me disponía a dormitar una siesta de sofá y tarde de domingo.
Su incesante ladrido me hizo asomar a la valla. Y ahí estaba mirándome con esos ojitos vivarachos y curiosos de cachorrillo.
Con premura salí en su busca, pero estaba muy metido en la zarza y costaba sacarlo. Aún así le logré sacar y amorosamente, lo lleve a casa.
Le presente a todos, perros, gatos y caballos que le miraban con curiosidad
Se sentía feliz y decidió adoptarme, ya que creo que fue él, quien decidió vivir conmigo.
Fue creciendo y con sus travesuras adueñándose de mi corazón. Al principio se iba por todos los rincones y se escapaba en busca de hipotéticos conejos: "su gran afición".
Se taparon todos los agujeros, hasta que al crecer, su tamaño le impidió salir libremente.
Aún así gustaba de salir los fines de semana a visitar todas las zarzas de los aledaños de la casa.
El verano pasado en una de esas incursiones trajo un conejo vivo de regalo.
Tenia planes diversos de huida, el "Zeta" era el más efectivo, lo usaba para entrar en casa cuando se cansaba de estar fuera. Pero aprendió y un día ,lo uso también para salir y lo que empezaba a ser peligroso. No hubo más remedio que cerrárselo.
y por hoy acaban las aventuras del Pizca, que en breve continuaran..........
Su incesante ladrido me hizo asomar a la valla. Y ahí estaba mirándome con esos ojitos vivarachos y curiosos de cachorrillo.
Con premura salí en su busca, pero estaba muy metido en la zarza y costaba sacarlo. Aún así le logré sacar y amorosamente, lo lleve a casa.
Le presente a todos, perros, gatos y caballos que le miraban con curiosidad
Se sentía feliz y decidió adoptarme, ya que creo que fue él, quien decidió vivir conmigo.
Fue creciendo y con sus travesuras adueñándose de mi corazón. Al principio se iba por todos los rincones y se escapaba en busca de hipotéticos conejos: "su gran afición".
Se taparon todos los agujeros, hasta que al crecer, su tamaño le impidió salir libremente.
Aún así gustaba de salir los fines de semana a visitar todas las zarzas de los aledaños de la casa.
El verano pasado en una de esas incursiones trajo un conejo vivo de regalo.
Tenia planes diversos de huida, el "Zeta" era el más efectivo, lo usaba para entrar en casa cuando se cansaba de estar fuera. Pero aprendió y un día ,lo uso también para salir y lo que empezaba a ser peligroso. No hubo más remedio que cerrárselo.
y por hoy acaban las aventuras del Pizca, que en breve continuaran..........
miércoles, 20 de abril de 2011
EL TEMBLOR
Sentada en su silla de la terraza, con un libro en la mano, había pasado las últimas horas de la tarde. Al anochecer se había adormecido recreándose en la lectura que evocaba las primaveras, en que de niña jugaba con la cometa multicolor, aprovechando la brisa de la playa.
Se había quedado fría, no tenía ganas de levantarse. Por primera vez en mucho tiempo disfrutaba de la fragancia de las flores, los colores de la costa. Tenía paz interior.
El mar con su vaivén continuo, mostraba un azul profundo, una calma especial.
De pronto ese estruendo, esa fuerza y esa ola gigante. La habían engullido…
Su recuerdo: un instante. Su vida un segundo.
Sin tiempo a hacer maletas, a arreglar entuertos.
Un minuto bastó para transformar la vida en muerte. El sueño en dolor.
En recuerdo de las víctimas del terremoto de Japón
Se había quedado fría, no tenía ganas de levantarse. Por primera vez en mucho tiempo disfrutaba de la fragancia de las flores, los colores de la costa. Tenía paz interior.
El mar con su vaivén continuo, mostraba un azul profundo, una calma especial.
De pronto ese estruendo, esa fuerza y esa ola gigante. La habían engullido…
Su recuerdo: un instante. Su vida un segundo.
Sin tiempo a hacer maletas, a arreglar entuertos.
Un minuto bastó para transformar la vida en muerte. El sueño en dolor.
En recuerdo de las víctimas del terremoto de Japón
lunes, 18 de abril de 2011
"blanquitas"
lunes, 4 de abril de 2011
almendro
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